Greenpeace ha colocado un gran tronco de madera de 12 metros de alto en la puerta de la sede de la Comisión Europea, en Bruselas. El enorme tronco forma parte de una instalación multi-media del artista Brasileño Siron Franco, montaje donde también se proyectan imágenes de la belleza de la Amazonia y de su destrucción. El tronco, de madera de tahuarí (1), procede de una zona ilegalmente deforestada en la Amazonia.
El montaje artístico denuncia el papel del mercado europeo en la deforestación de los bosques del planeta y pide a la Comisión Europea que promulge una ley que prohíba la presencia de madera ilegal en el mercado comunitario y que establezca estándares ambientales y sociales exigentes a los productos de origen forestal. A finales del mes de julio, la Comisión Europea votará si adopta o no una ley que prohíba el comercio de madera talada de manera ilegal.
“Necesitamos urgentemente esta nueva ley que regule el mercado de productos forestales para que los consumidores no sean cómplices de la destrucción de los bosques” ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace. “Es inaceptable que los bosques del planeta se destruyan o degraden para fabricar muebles baratos o papel de oficina”
Cada año, la Unión Europea importa millones de toneladas de madera de regiones como la Amazonia, el Congo, Rusia o el Sureste Asiático, donde la tala ilegal y destructiva es un problema grave. Estas prácticas, además de suponer la pérdida irreparable de biodiversidad y culturas indígenas, son la antesala de la deforestación, causa de la emisión a la atmósfera de una quinta parte de los gases de efecto invernadero globales.
El Comisario Europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, y otros políticos del parlamento europeo visitaron la instalación y recibieron una tarjeta de madera contrachapada con el mensaje “Detened la masacre de las motosierras. Adoptad una ley de madera ilegal ahora”.
Ruben Gomes, director del sistema de certificación forestal Forest Stewardship Council (FSC) en Brasil, ha asegurado: “Las madereras ilegales en la Amazonia y en todo el mundo están bajando los precios de la madera y compitiendo de manera desleal con quienes intentamos hacer una gestión forestal sostenible. Necesitamos un mayor control para permitir que los productores forestales responsables podamos ser apoyados por el mercado”.
En menos de tres semanas, el presidente de la Unión Europea, ha recibido 66.000 cartas de ciudadanos europeos en la que demandan una nueva legislación que asegure que los productos forestales proceden de fuentes sostenibles. La necesidad de esta legislación es también ampliamente apoyada por empresas del sector de la madera y del sector forestal que quieren evitar el impacto de la entrada de madera ilegal barata en el mercado.
“La Unión Europea debe actuar para prohibir la venta de productos forestales que proceden de operaciones ilegales. Las empresas del sector de la madera deben seguir requisitos ambientales y sociales rigurosos e poner en marcha sistemas de trazabilidad que permitan a las autoridades conocer el origen de la madera” ha explicado Soto.
El apoyo a la ley que prohíba la madera ilegal en la UE es parte del trabajo de Greenpeace para conseguir detener totalmente la deforestación, proteger los bosques del planeta y salvar el clima.
Nota
(1) La madera de tahuarí es comúnmente utilizada para la fabricación del mobiliario urbano que acompaña las calles, plazas y parques de ciudades como Madrid.
(Greenpeace, 03/07/2008)