"Dictadura ecologista" para algunos, medida audaz a favor del medio ambiente para otros: la obligación para los habitantes de Marburgo, en el oeste de Alemania, de instalar paneles solares so pena de multa, es motivo de controversia en el país. La municipalidad formada por social-demócratas y Verdes de esta ciudad medieval universitaria de unos 80.000 habitantes, decidió que cualquier casa nueva que se construya deberá ser equipada de un metro cuadrado de paneles solares por 20 m2 de superficie edificada, para la calefacción y el agua caliente.
Esta oblicación se aplicará también para los edificios antiguos que cambien de sistema de calefacción o de tejado. La financiación estará a cargo de los proprietarios. La medida, bajo el nombre de "carta solar", debía ser oficialmente aprobada este viernes. "Se trata de una dictadura ecologista, pero nadie se atreverá a decir nada", protestó el político Hermann Uchtmann. "No es a la fuerza como se logran las cosas" afirmó por su parte la asociación de proprietarios Haus und Grund.
El alcalde ecologista Franz Kahle aseguró que 5.000 euros bastan para financiar una instalación de paneles solares, que se vuelve rentable en quince años como máximo. También subrayó el ahorro realizado cuando el costo del gasóleo doméstico está por las nubes y bajó la multa prevista de 15.000 a 1.000 euros. Según Klaus Vajen, profesor en la universidad de Kassel, especialista en energía solar, esta medida es "perfectamente sensata." "No basta incentivar. A veces hay que obligar a los consumidores por su propio bien", afirmó.
"Los poderes públicos deben mostrar el ejemplo. Espero que muchas ciudades tomen la misma medida", indicó así mismo Claudia Kemfert, especialista de cuestiones de energía en el instituto de investigación DIW, interrogada por la AFP. La revista Der Spiegel indica por su parte que el alcalde de Marburgo, que arrienda la casa donde vive, será uno de los beneficiados por la medida ya que no tendrá que pagar nada pero gastará menos en calefacción... La ciudad de Marburgo, con una población de dos tercios de estudiantes y personal universitario, es la décima ciudad alemana por la instalación de paneles solares, y parece constituir un laboratorio perfecto para este tipo de medidas, según su alcalde.
Pero el estado regional de Baden-Wurtemberga, dirigido por los conservadores, escogió la misma vía. Desde principio de año, el Land impuso que 20% de la energía utilizada para la calefacción sea de origen renovable. Estas iniciativas locales van más allá de los proyectos del estado federal basados ante todo en incentivos financieros a los propietarios que voluntariamente opten por la energía renovable. Alemania acaba de adoptar un arsenal legislativo en materia de calentamiento climático que impone un mínimo de 14% de energías renovables en la instalación de calefacción en las casas edificadas despues del 31 de diciembre de 2008, pero que no prevé nada para los edificios antiguos.
(afp-invertia, ECOtícias, 23/06/2008)