Los científicos oceanográficos Richard Feely (Ocean Climate Research Division of NOAA/ PMEL) y Lynne Talley (Scripps Institution of Oceanographic) alertaron, en rueda de prensa en el recinto ferial de Gijón, sobre el aumento de la temperatura, salinidad y acidez de los océanos, así como el incremento del nivel del mar, derivado todo ello de los efectos del cambio climático, lo que conllevará una mayor intensidad de ciclones, tifones y huracanes, además de ampliar la zona donde se producen.
Talley, que participa estos días en el Simposium Mundial 'Los efectos del cambio climático en los océanos', explicó que de acuerdo al último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, en el que ella trabajó, aproximadamente un 80 por ciento del calor que es absorbido por el plantea lo absorben los océanos, lo que provoca una expansión del mar. De hecho, aseguró que el 60 por ciento del incremento del nivel del mar es debido al aumento de la temperatura.
También destacó otra de las variables que se estudian, que es la salinidad de los mares y su relación con la precipitación y evaporización, que conduce a saber si llueve mas o menos. En los lugares donde hay un incremento de salinidad "hay menos precipitación y más evaporización", dijo. En su opinión, saber las pautas de precipitación y evaporización es quizás más importante que el que suba la temperatura.
Asimismo, indicó que los océanos devuelven a la atmósfera el aumento el calor que absorben, a través de un efecto conocido como retroalimentación, lo que deriva en que haya más ciclones y tifones. Talley explicó que estos fenómenos atmosféricos cogen la energía del mar. Lo único que dijo que se desconoce es si, además de aumentar la intensidad y la región donde se producen, se incrementará también la frecuencia de los mismos.
En cuanto a la temperatura, apuntó que el calentamiento "no es uniforme", sino que se prevé que sea mayor en las zonas que estén más cerca del Ártico. "Los continentes se calentarán más que los océanos", añadió.
Respecto al último informe del Panel Intergubernamental, cuyos datos son de 2005, reconoció que sus predicciones son "algo conservadoras". Según ella, la ciencia cada vez aporta más variaciones. Asimismo, señaló que se está preparando el próximo informe, que, a su juicio, es muy posible que sea "más catastrofista".
Entre otras cosas, aludió a que ahora hay satélites que miden la masa de hielo. Como ejemplo, citó que antes se creía que el deshielo era mayor en Groenlandia que en el ártico pero esta creencia está cambiando. Además, señaló que no se sabe cómo incorporar la fusión de los hielos de Irlanda dentro de las predicciones.
También dijo que se pensaba que el hollín hacia un efecto de pantalla pero otros dicen que los sulfatos de la atmósfera hacen lo contrario, es decir, contribuyen al calentamiento. Talley aseguró que aunque se detuvieran los efectos del cambio climático, se tardarían cientos de años en recuperar la situación anterior de los océanos, ya que habría que retirar el CO2 acumulado en la atmósfera.
Por su parte, Feely enfatizó sobre el hecho de que aumente la salinidad de las aguas, sobre todo en las zonas de las rías, ya que puede llegar a cambiar el hábitat de determinadas especies, de las que sobrevivirán los que tengan una mayor tolerancia, mientras que otras podrían emigrar a otras zonas. Como ejemplo, citó el caso del salmón en el Pacífico Nororiental de EEUU, donde hay lugares, como California, donde el salmón rosa está prohibido pescarlo por la disminución de esta especie.
También habló de la acidificación de los océanos, que no se empezó a estudiar hasta una fecha cercana a la elaboración del informe del Panel Intergubernamental. En su opinión, en el próximo informe habrá "importantes hallazgos" a este respecto.
Feely indicó que en los estudios hechos en laboratorio en el Mediterráneo se comprobó que, al menos en un par de especies, los corales que se introducían en agua más ácida se deformaban, aunque al devolverlos a un agua con un PH normal volvían a su forma. Por ello, apuntó a la posibilidad de que algunos corales sobrevivan pese al aumento de acidez, como ya pasó hace cientos o miles de años.
Sobre este fenómeno, se sabe que un tercio del incremento de CO2 en los últimos 40 o 50 años ha ido a los océanos, lo que conllevó un aumento de un 0,1 por ciento del PH, es decir, creció la acidez. Este aumento puede también, además de afectar a los corales y por ende a todo un habitat, dificultar la formación de las cáscaras o caparazones de ciertas especies, como los moluscos.
(Ecoticias, 21/05/2008)