El rechazo imprevisto del proyecto de ley sobre los organismos genéticamente modificados (OGM) en la Cámara de los Diputados, a causa de una moción de procedimiento, asestó hoy un sonado revés al Gobierno conservador francés, que ha decidido recurrir a una cláusula de la Constitución para rescatar el texto. La moción de procedimiento, presentada por un diputado comunista, fue adoptada por 136 votos a favor y 135 en contra, lo que supuso la derrota del proyecto de ley sobre los OGM.
El resultado de la votación se debió a la presencia insuficiente en el hemiciclo de diputados del partido conservador gobernante del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y a la abstención de un legislador de la UMP y de otro de su aliado, el Nuevo Centro. De los 316 miembros de la gobernante UMP en la cámara, sólo 130 estaban presentes en el momento del votación. Los 136 diputados socialistas, comunistas y verdes apoyaron la moción de procedimiento, presentada antes de lo que debía ser el debate previo al voto sobre el texto en segunda lectura.
El inesperado anuncio dio lugar a cerrados aplausos de legisladores de izquierdas y de ecologistas presentes en las gradas del público, incluido el líder antiglobalización José Bové, quien ha tenido repetidos problemas con la Justicia por la destrucción de parcelas de OGM. Fuera del hemiciclo, hubo gritos de alegría de manifestantes contrarios a los organismos genéticamente modificados, que poco antes habían protagonizado una comida campestre "sin OGM" en la explanada parisina de los Inválidos.
La última moción de procedimiento de la oposición que había sido adoptada en el hemiciclo se remonta a 1998. "El Gobierno ha sido derrotado clara y llanamente en un tema que preocupa a los franceses. Cuando se quiere despreciar a la oposición, uno acaba por pagar por ello. Es lo que acaba de ocurrir", dijo, exultante, el jefe del grupo socialista en la cámara, Jean-Marc Ayrault.
Uno de sus colegas verdes, Noël Mamère, afirmó que el Gobierno tendría que revisar el texto y volver con otro que "respete" los compromisos del debate nacional sobre el medio ambiente. Sin embargo, el primer ministro francés, François Fillon, anunció de inmediato la convocatoria de una comisión paritaria, compuesta de miembros de las dos cámaras del Parlamento, para acordar la versión definitiva del texto.
El Gobierno hizo saber que pedirá a la comisión que vuelva al texto adoptado en segunda lectura por el Senado. En respuesta a la convocatoria de la comisión paritaria, la oposición de izquierdas reclamó una reunión con Sarkozy para pedirle que "escuche" al Parlamento y que no imponga por la fuerza el texto gubernamental.
(Ecotícias, 14/05/2008)