Miles de argentinos renovaron hoy su reclamo contra la papelera de la finlandesa Botnia situada en Uruguay durante una multitudinaria marcha, pese a la lluvia y el humo en la región, que dificultaron la convocatoria de otros años. Bajo intensas precipitaciones, numerosos ambientalistas pidieron el cierre de la planta de celulosa durante la cuarta "Marcha por la Vida" al puente San Martín, que conecta la ciudad argentina de Gualeguaychú y la uruguaya Fray Bentos, donde se encuentra la factoría.
Así, numerosos ambientalistas y activistas de diferentes puntos del país marcharon por la carretera 136 hasta el paso que cruza el río Uruguay para protestar una vez más contra la papelera, a la que consideran de riesgo para el medio ambiente. Según la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, organizadora de la marcha, participaron unas 80 mil personas, mientras que la Gendarmería argentina disminuyó la cifra a unos 12 mil.
Numerosos activistas procedentes de Buenos Aires no pudieron participar debido a que la carretera por la que iban fue cerrada a raíz de la densa humareda que desde hace más de dos semanas afecta a las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe. "Además, las autoridades aduaneras uruguayas pusieron muchas trabas para que asambleístas de ese país que apoyan nuestro reclamo pudieran cruzar el puente hacia Argentina y unirse a la movilización", advirtieron portavoces de la organización.
"De todas maneras, vino gente de todos lados, de muchas asambleas de todo el país que, además de tener otros reclamos, se unen a nuestra causa. Hubo un buen clima de manifestación. La gente exhibió su convicción de que Botnia se va a ir", sostuvo a Efe Jorge Fritzler, miembro de la Asamblea de Gualeguaychú. Así, los carteles de "Fuera Botnia" se volvieron a entremezclar con las banderas argentinas y uruguayas que flamearon sobre el puente durante la marcha, que finalizó con la lectura de una proclama en repudio de la planta de celulosa, ubicada a la vera del río Uruguay.
En el escrito, los manifestantes cuestionaron al Gobierno de Uruguay por respaldar la instalación de la papelera y reclamaron a la administración argentina la implementación de un código aduanero que permita controlar los productos que se importan desde Argentina para ser utilizados en la planta. También pidieron la sanción de una ley que regule el destino de la producción de madera para impedir la exportación de este recurso a fábricas que produzcan papel.
"Les ratificamos a los gobiernos de Finlandia y Uruguay que no vamos a dejar de protestar porque nosotros queremos otro estilo de vida diferente al que nos quieren imponer", aseguró a Efe Raúl Almeida, miembro de la Asamblea de Gualeguaychú, que desde el 20 de noviembre de 2006 mantiene bloqueado el paso a Uruguay en rechazo a la papelera, que comenzó a funcionar a finales del año pasado.
A tono, asambleístas de las ciudades argentinas de Colón y Concordia, también ubicadas en la provincia de Entre Ríos, realizan cortes temporales en sus respectivos pasos al país vecino. En forma paralela a la marcha, también se llevó a cabo una caravana náutica sobre el río Uruguay, de la que participaron 12 lanchas que formaron la leyenda "Fuera Botnia" con grandes letras que apoyaron sobre las aguas.
La mayor parte de los participantes de la marcha partieron hoy de Gualeguaychú, donde unos 50 ómnibus y una caravana de varios kilómetros de vehículos se complementaron para trasladar a los activistas hasta unos metros antes del puente, desde donde se ve la planta. Luego de que religiosos de distintos credos pronunciaran una oración ecuménica, numerosas familias, ancianos y niños iniciaron la marcha en rechazo a la papelera, cuya instalación generó un litigio entre los Gobiernos de Argentina y Uruguay que se dirime en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Los manifestantes optaron por entonar los himnos de Argentina y Uruguay mientras marchaban, en vez de hacerlo sobre el puente como lo tenían previsto, a raíz de la fuerte lluvia. La marcha contó con un dispositivo de seguridad montado por la Gendarmería, aunque no se registró ningún inconveniente, indicaron fuentes de la organización. "Nosotros marchamos en paz por la vida, para que Botnia no siga contaminando", resumió Almeida.
(Ecoticias, 28/04/2008)