México podría convertirse en uno de los mayores productores de biocombustibles, al igual que los países andinos, de Centroamérica y el Caribe, pero la Ley de Bioenergéticos no contempla el otorgamiento de un nuevo incentivo que pueda aplicarse de manera inmediata y directa para promover el desarrollo de los mismos, sostuvo Raúl Félix, coordinador de cambio climático y energías renovables de Baker and McKenzie.

Ayer, en el encuentro previo al inicio de la cuarta conferencia de biocombustibles de las Américas, comentó que dicha ley abre la puerta a la participación de la iniciativa privada en el desarrollo del mercado de bioenergéticos, en tanto que sus productos prueben ser competitivos frente a los combustibles fósiles del país.

Advirtió que el Congreso no evaluó el impacto de dicha ley en los proyectos de generación, almacenamiento y uso de biogás, ya que el requisito para obtener un permiso de la Secretaría de Energía para ese proceso puede frenar los nuevos proyectos de sectores pendientes a ser registrados bajo el mecanismo de desarrollo limpio del Protocolo de Kyoto.

A la fecha, dijo, más de 80 por ciento de los proyectos bajo el citado mecanismo que ya recibieron una carta de aprobación de la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático en materia de captura, almacenaje o de uso de biogás, procedente de proyectos de rellenos sanitarios, sistemas para el tratamiento de excretas y para el manejo de residuos orgánicos.

Dicha estructura legal, abundó, es un primer paso para asegurar el marco jurídico en ese mercado, aunque habrá un periodo de transición para que cada autoridad asigne un equipo especializado para que trabaje conjuntamente en la Comisión Intersecretarial para el Desarrollo de los Bioenergéticos y establezcan los reglamentos, lineamientos y normas oficiales para la operación de éste.

Con la entrada en vigor de la Ley de Biocombustibles se espera el inicio de la expansión y producción de caña de azúcar, remolacha, jatrofa y otras materias primas para bioenergéticos, y que en el reglamento se especifique si la limitación del uso de maíz para dicho fin será aplicable a todas o sólo a ciertas variedades.

Por lo pronto, asentó, se pospone el desarrollo de plantas productoras de bioenergéticos a partir de maíz en tanto ocurre un cambio significativo en la producción del grano en el país. En el foro, en el que se presentarán las experiencias de diversos países en torno a la tecnología para la producción de biocombustibles, participarán expertos de Argentina, Brasil, Canadá, Costa Rica, Colombia, Chile, India, Suecia, Estados Unidos, Dinamarca, Panamá, Perú y México.

(La Jornada, Ecoticias, 04/04/2008)