El fiscal de Crímenes Medioambientales del Departamento Federal de Justicia de EEUU, Colin Black, reclamó hoy en Zaragoza más protección al medio ambiente en los conflictos armados, en el marco de un foro sobre justicia internacional. 'Los preceptos legales existentes son insuficientes para penar los crímenes contra el medio ambiente que ocurren durante las guerras y los conflictos internos', denunció el experto norteamericano.

Black, quien participó en el foro internacional 'Once Lecciones sobre Justicia Internacional', celebrado hoy en Zaragoza, también advirtió de la 'falta de claridad legal' y de 'la dificultad de demostrar los crímenes medioambientales' que se producen en los territorios en guerra. Durante su conferencia, titulada 'Crímenes contra el medio ambiente en el contexto del Derecho Penal Internacional: posibilidades y obstáculos', Black nombró alguno de los escenarios donde se han cometidos atrocidades medioambientales.

El bombardeo por parte del ejército israelí del Líbano en 2006 ocasionó el derrame de más vertidos de petróleo que el Prestige, o el conflicto de Darfur (Sudán) en el que los milicianos tiraron los animales muertos a los pozos de agua para contaminarlos y que la gente no volviera a los pueblos, fueron algunos ejemplos que citó.

Según Black, los conflictos internacionales gozan de más protección medioambiental que los internos, pero aun así es 'insuficiente' y la mayor parte de esa protección es 'indirecta', manifestó.

'La finalidad real' de la legislación que vela por los intereses medioambientales en los conflictos 'es proteger al ser humano' y no a la naturaleza, que se recogió por primera vez en el derecho internacional sobre las guerras en 1949, en el Convenio de Ginebra.

Entonces se atisbó una preocupación por el medio ambiente aunque de forma poco precisa, ya que para que se considere un crimen penal la atrocidad cometida debe cumplir con tres requisitos: 'ser extensa, duradera (varias décadas) y grave, algo difícil de valorar', indicó el jurista estadounidense.

Desde ese precepto hasta el día de hoy no se ha avanzado mucho en materia legislativa, lamentó Black, quien añadió que 'la mayoría de los jueces de crímenes de guerra no están acostumbrados a tratar estos temas, no entienden de planteamientos científicos y se limitan a juzgar otras cuestiones'.

A pesar de todo, se mostró optimista con el futuro de la protección medioambiental en los conflictos armados y manifestó que 'no es imposible superarlo', porque 'poco a poco se avanza en el buen camino'. 'Lo más importante de todo es ser consciente del problema, sólo así se podrá superar', enfatizó el fiscal, quien para mejorar la situación propuso ampliar la protección del medio ambiente en los conflictos armados no internacionales.

Resolver los problemas de interpretación de la ley es otra de las tareas pendientes y trabajar en el convenio de Ginebra para que se proteja específicamente el medio ambiente son otros caminos a seguir sobre esta cuestión.

 
(Efe, Ecotícias, 04/04/2008)