Meteorólogos internacionales explican que no hay que pensar en reducir el cambio climático sino en cómo adaptarse a esta circunstancia, porque el daño ya está hecho. Desaparición de los glaciares, aumento entre tres y cuatro grados en la temperatura general del ambiente, períodos cortos pero intensos de lluvia y un verano muy seco marcarán el escenario climático en los próximos 20 años.
Así lo anunció el director del Ideam, Carlos Costa, durante el primer Seminario Iberoamericano de cambio climático que reúne a 17 países de todo el mundo. Estas tendencias climáticas irreversibles, además de generar un impacto negativo sobre la naturaleza y la vegetación del país, aumentarán el número de enfermedades tropicales, como malaria y dengue, en la mayoría de las comunidades colombianas.
Costa señaló: "Tenemos que prepararnos para los impactos de un cambio que pase lo que pase se va a dar. La intensidad de estos va a depender de las decisiones políticas que se tomen en los próximos años, que consisten en mirar la cantidad de emisión de gases de efecto invernadero que se siguen emitiendo en países como Estados Unidos y China".
El director general de la Agencia de España de Meteorología, Francisco Cadarso, explicó que aunque se sabe que los países en vía de desarrollo, como Colombia, aportan un 20 por ciento del total de las emisiones de gases de efecto invernadero, a diferencia de las potencias mundiales que lo hacen con un 80 por ciento, las consecuencias del cambio climático son irreversibles.
"Para un período cercano al año 2030, los desastres naturales se intensificarán. Aumentarán los derrumbes de tierra, los incendios y las inundaciones", agregó Codarso. Y aunque Colombia, advirtió Costa, es uno de los países más comprometidos con el cambio climático se verá muy altamente afectado porque no tiene la infraestructura necesaria para soportar los intensos fenómenos naturales que se avecindan.
En este sentido hay que tener en cuenta que las afecciones relativas al aumento de temperaturas o disminución en las precipitacionesno no siempre son las mismas en todos los países. Por ejemplo, explicó Codarso, en el interior de un país repercute más el aumento de temperaturas y en la costa menos porque hay un efecto del mar que amortigua estas circunstancias.
La comunidad internacional, que cuenta con expertos en meteorología, afirmó que es fundamental reducir y aprender a manejar la incertidumbre sobre el clima del futuro a fin de mejorar el conocimiento científico, que permita planificar el desarrollo socioeconómico y ambiental de los diferentes sectores productivos en el ámbito nivel regional de cada país.
(Lapatria.com, Ecoticias, 04/04/2008)