Ayer en Gualeguaychú tuvo lugar la cuarta Asamblea Regional de ambientalistas contrarios a la planta procesadora de pasta de celulosa de Botnia en Fray Bentos. Menos de un centenar de activistas de Argentina y Uruguay respondieron a la cita, en una muestra de que el movimiento anti Botnia está perdiendo fuerza entre los habitantes de Gualeguaychú en la medida que el bloqueo del puente fronterizo San Martín está causando también fuertes inconvenientes a los habitantes de la provincia de Entre Ríos.
Si se les consulta, lógicamente los activista dicen que no están perdiendo poder de convocatoria. Pero lo cierto es que cada día son menos, en ambas márgenes del río Uruguay. Ayer en Gualeguaychú había muchas caras conocidas, pero en suma no superaban el centenar de asistentes. Fue la cuarta Asamblea Regional, con participación de organizaciones sociales de Argentina y Uruguay. La cita tuvo lugar en el deteriorado teatro de la municipalidad de Gualeguaychú.
Hasta allí concurrieron vecinos de Fray Bentos, Mercedes, Colonia Agraciada y Nueva Palmira, que se sumaron a una delegación de mochileros que apareció dos horas después de iniciado el encuentro.
Jorge Fritzler, uno de los referentes de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú que mantiene bloqueado el puente San Martín, dijo a El País que unos de los objetivos del movimiento "es fomentar su crecimiento, estrechar lazos y hacer un frente común de batalla con todos los problemas de la región". El referente del "ala dura" de la Asamblea de Gualeguaychú dijo que lejos de debilitarse, el bastión anti Botnia "es como un volcán que tiene sus etapas de erupción y de calma, pero nunca se apaga".
Fritzler dijo que ahora el grupo de Arroyo Verde, que mantiene bloqueado el puente internacional San Martín, está abocado a la marcha del 27 de abril. "Estamos trabajando mucho, por eso quizás no se vean tantas acciones", sostuvo, y adelantó que dentro de muy poco habrá novedades. El 27 de abril es la fecha de la marcha anual sobre el tendido binacional, una movilización que a diferencia de otras, ha logrado reunir a miles de personas sobre el puente.
Los activistas tendrán ese día una prueba de fuego sobre la vigencia del reclamo y la aceptación que la causa tiene en la propia República Argentina, donde muchos opinan que el corte de Gualeguaychú tiene los días contados. Sabedores que será una de las últimas oportunidades de exponer a nivel internacional la protesta por la instalación de Botnia, los activistas intentarán no dejar detalle librado al azar.
La causa anti Botnia parece inevitablemente desvanecerse y caer por su propio peso, algo que para la Casa Rosada allana un espinoso camino de un problema de difícil solución. La presidenta Cristina Kirchner ha dicho que el bloqueo perderá sentido si Argentina pierde su demanda ante la Corte de La Haya.
(El País, Celulose Online, 18/03/2008)