El Gobierno canadiense anunció hoy que permitirá este año la caza de 275.000 focas en las aguas heladas del este del país, cifra que los grupos ecologistas ya han calificado de "insostenible" para la comunidad de focas de la zona. El número acordado este año es un poco mayor que el del año pasado, cuando se cazaron legalmente 270.000 ejemplares debido a las malas condiciones del hielo, pero es considerablemente más bajo que el de 2006, cuando la caza aumentó hasta las 335.000 focas.
El portavoz del Departamento de Piscifactorías y Océanos, Phil Jenkins, rechazó las denuncias de que la caza de focas ponga en peligro la comunidad de focas del este de Canadá. "El grupo de focas está sano y es abundante ahora mismo con 5,5 millones de ejemplares. Queremos que continúe siendo saludable y a lo largo de los años hemos reducido las cifras de caza permitidas", explicó.
Estos animales son disparados o golpeados hasta la muerte durante los periodos de caza, en los meses de marzo y abril. La piel es utilizada para ropa, aunque también hay un mercado creciente de aceite de foca, rico en omega 3.
Los ecologistas llevan años denunciando la crueldad empleada en la caza de focas. Tantas han sido las presiones que el Gobierno canadiense ha ordenado este año a los cazadores que empleen métodos más humanos para matarlas.
Pero además, Sheryl Fink, del Fondo Internacional para el Bienestar Animal, admitió su sorpresa ante el número de ejemplares que se permitirá cazar este año, ya que lo considera "insostenible". "No hay modo de justificar el incremento de la cuota. Es una vergüenza nacional... ¿Matar crías de foca es realmente por lo que los canadienses quieren que se les conozca?", remarcó.
(Europa Press / Ecoticias, 11/03/2008)