“Guillermo, sabes que cuentas con mi apoyo para poner en marcha la refinería y para crear empleo, industria y riqueza”. Con estas palabras el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, adalid del medioambiente, prometía el pasado miércoles al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, su apoyo a la cuestionada refinería petroquímica Balboa del magnate extremeño Alfonso Gallardo. El proyecto, que aún no ha recibido el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente, ha generado un beligerante movimiento en contra a través de la plataforma ciudadana Refinería No y la asociación Afectados por Gallardo.
Sucede que se proyecta instalar una factoría altamente contaminante en la Tierra de Barros, la zona agrícola más fértil de Extremadura, que concentra el 80% de la producción vitivinícola de la región. Al tratarse de una refinería de interior, requiere de un oleoducto de 250 km –desde el puerto de Huelva hasta la misma planta- y un poliducto de otros tantos kilómetros para la salida de productos finales. La inversión del proyecto, en el que participa con un 30% el gobierno regional, asciende a 1.800 millones de euros.
Frente a las promesas de crear “empleo, industria y riqueza” de Zapatero, Fernández Vara y Gallardo, los extremeños contrarios al proyecto manifiestan su desconfianza. Y es que, según el dossier Gallardo exhibido por Refinería No, el currículo de Gallardo está repleto de actuaciones, cuando menos, poco limpias, tales como la contratación de trabajadores tailandeses “en condiciones infrahumanas” (el dossier Gallardo incluye fotos de sus barracones), la casi nula contratación de mujeres, la alta siniestralidad laboral de sus empresas, los vertidos de ácidos en Jerez de los Caballeros, emisiones de hexaclorobenceno –el 25% de toda Europa-, la tributación de impuestos fuera de Extremadura: dos de las principales empresas de su grupo, AG Siderúrgica Balboa y Alfonso Gallardo, SA están domiciliadas en Ámsterdam y por lo tanto pagan sus impuestos en Holanda.
Connivencia con la Junta de Extremadura
Hasta finales de los ochenta Alfonso Gallardo se dedicaba a recorrer el sur de Badajoz con una furgoneta comprando chatarra y pieles. Dos décadas después posee el grupo industrial más poderoso de la región, con dos siderúrgicas, con fábricas de ferromallas, de laminados, de galvanizados, de tubos, de corrugados y de cemento, con dos almacenes en Madrid y tres en Euskadi, con plantas de fabricación en Extremadura, Madrid, Euskadi y Asturias, con más de 2000 trabajadores, con líneas de ferrocarril propias, con líneas de alta tensión propia y con subestación eléctrica propia. Sus detractores critican la connivencia de este empresario con la cúpula socialista de la Junta de Extremadura.
Francisco Fuentes Gallardo, sobrino directo y único heredero de Alfonso Gallardo, es secretario regional del PSOE, fue hasta el año 2000 senador y era la mano derecha de Rodríguez Ibarra; Carmen Pereira, compañera sentimental de Francisco Fuentes Gallardo, es Delegada de Gobierno en Extremadura; Luis Revello, ex-Director Gral. De Trabajo de la Junta de Extremadura, es asesor de Alfonso Gallardo y amigo íntimo del actual director; Diego Baena, Director Gral. De Promoción Industrial de la Junta de Extremadura, responsable último de Incentivos Empresariales, es trabajador en excedencia de Alfonso Gallardo. Suma y sigue. Alfonso Gallardo como Francisco Hernández, el Pocero, se ha labrado un imperio su origen humilde –la chatarra el primero, los pozos el segundo-, su buena relación con la política y su aspiración a convertirse en tycoons de la información. La mención de su nombre como candidato a hacerse con el Grupo Zeta le ha valido el apodo de el 'Murdoch a la extremeña' por parte de Expansión.
Zapatero, en su mitin de Badajoz, también brindó su colaboración para que Badajoz tenga el anunciado centro de investigación sobre energías renovables, "que será una referencia en España y en el mundo" y se refirió a la central nuclear de Almaraz, de la que dijo que si finalmente el Gobierno decide su continuidad "será preciso hablar sobre cómo se compensa a Extremadura" por ello.
(Econotícias, 07/03/2008)