Se ha comprobado con el paso del tiempo que las argumentaciones de la industria biotecnológica de que los transgénicos reducirían el uso de agrotóxicos eran falsas. Los transgénicos no son la solución para alimentar a África, que tiene agricultores capaces de abastecer con alimentos a todo el continente si se solucionan las carencias de infraestructura y se implementan políticas de apoyo a los productores.
Se ha comprobado con el paso del tiempo que las argumentaciones de la industria biotecnológica de que los transgénicos reducirían el uso de agrotóxicos eran falsas, dijo el ambientalista Nnimmo Bassey, de Environmental Rights Action - Amigos de la Tierra Nigeria. Los transgénicos no son la solución para alimentar a África, que tiene agricultores capaces de abastecer con alimentos a todo el continente si se solucionan las carencias de infraestructura y se implementan políticas de apoyo a los productores locales, agregó Bassey.
El activista realizó estas declaraciones a Radio Mundo Real luego de publicado el miércoles un nuevo reporte de la federación ambientalista Amigos de la Tierra Internacional, titulado “El uso creciente de plaguicidas”, que es la edición 2008 de la serie de informes llamada “¿Quién se beneficia con los cultivos transgénicos?”.
El nuevo estudio alerta que los cultivos transgénicos han conducido a un gran aumento en el uso de agrotóxicos en los países en los que más se han producido, no sirven para combatir el hambre y la pobreza y no tienen mayor productividad que las variedades convencionales.
Por ejemplo, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, retomados por Amigos de la Tierra Internacional, los cultivos RR (Roundup Ready) han llevado a un incremento de más de 15 veces en el uso de glifosato, el herbicida asociado a esa variedad, en las principales áreas producidas de 1994 a 2005. En 2006 el uso de glifosato en la soja (la variedad RR pertenece a la empresa estadounidense Monsanto) tuvo un incremento del 28 por ciento. Además del uso del herbicida, también ha aumentado la intensidad con que se lo aplica. De 1994 a 2006 la cantidad de glifosato aplicada por hectárea de soja creció más de 150 por ciento.
“Se trata de un aumento impresionante en el uso de pesticidas”, dijo Bassey a Radio Mundo Real. Explicó que la industria biotecnológica se ve muy favorecida por el impulso combinado a los transgénicos y agrotóxicos a los cuales ellos son resistentes, especialmente el glifosato. “Las mismas corporaciones que producen los químicos también producen las semillas, entonces desean vender más semillas y más pesticidas. Ellos no están realmente interesados en ayudar a los productores sino en vender más sus químicos”, consideró Bassey.
El ambientalista se centró en la realidad africana, un continente que los operadores del neoliberalismo y de la biotecnología se han empeñado en definir erróneamente como “hambriento”, consideró.
“Nuestros productores locales están produciendo suficientes alimentos para alimentar a África. Esta es la simple verdad”, enfatizó Bassey. “El tema del hambre y la falta de alimentos en África no es por la no disponibilidad de los alimentos sino que se trata de un problema de acceso (...). Lo que hay es una carencia de infraestructura para trasladar los alimentos de una región a otra”, explicó.
Bassey aseguró que si los productores africanos tuvieran más apoyo de los gobiernos, por ejemplo a través de créditos para la producción, y si hubiera mejores infraestructuras, a ningún africano le tendría que faltar comida. “La tecnología transgénica no es la solución para la producción de alimentos en África. (...) El problema que nosotros tenemos es la falta de acceso a mercados, de infraestructura para apoyar el crecimiento de la agricultura y la producción, necesario no sólo para alimentar a África sino también para contribuir con el abastecimiento de alimentos a nivel global”, manifestó.
El integrante de Amigos de la Tierra dijo que si los transgénicos y todo el paquete tecnológico se consolidan en África “sería una gran amenaza para la soberanía alimentaria”. “La mayoría de la agricultura es practicada por pequeños productores que no tienen los recursos para acceder a estos caros insumos de la agricultura industrial, como los pesticidas. Por eso los transgénicos aumentarán la pobreza en África y también reducirán la producción de alimentos”, aseguró Bassey.
En contrapartida, el ambientalista manifestó que Amigos de la Tierra seguirá la lucha contra los transgénicos y los agrotóxicos y para eso fortalecerá los procesos de organización de comunidades locales y de pequeños productores. “Estamos caminando sobre la base de la información compartida, la construcción de resistencia y de un movimiento que resista a los transgénicos”, finalizó Bassey.
(Por Nnimmo Bassey,
Eco Portal, 18/02/2008)