La reunión de ayer en la Rosada entre la Presidenta y los asambleístas sirvió apenas para mantener una relación "institucional", entre el Gobierno y la Asamblea de Gualeguaychú. Como se había adelantado en los últimos días, quedó claro que en el Gobierno existe cierto hartazgo con algunas conductas de los asambleístas. La larga reunión, entonces, transitó por el delicado sendero de dejar en claro las diferencias, sin romper definitivamente el vínculo.
La principal objeción de la Rosada es el bloqueo ininterrumpido de un puente internacional que ya está por cumplir 15 meses. También causó asombro la emisión de "tarjetas vecinales" que, distribuidas al libre arbitrio de la Asamblea, funcionan como salvoconducto para que algunos puedan sortear ese corte.
Y quedó claro que ya nada volverá a ser como en mayo de 2006, cuando Néstor Kirchner selló una alianza con los gualeguaychenses en un enfervorizado discurso en el Corsódromo en el que se comprometió a transformar su lucha en "causa nacional" y llevar el reclamo ante la Corte de La Haya.
Cristina ratificó en la reunión de anoche aquello de la "causa nacional", pero entendida a través de canales institucionales que tienen mucha menos épica que los embates que imaginan y desean los asambleístas.
Alberto Fernández, y Jorge Taiana, presentes en la reunión, explicaron que el Gobierno ha puesto toda su fuerza en el reclamo ante la Corte de La Haya, y se mantendrá firme en ese sendero aportando documentos, testimonios y datos sobre la presunta violación uruguaya del Estatuto del río compartido hasta que se produzca el fallo. Lo que ocurrirá no antes de fin de año, y quizá, mucho después.
Pero la presidenta no sólo fue elocuente en reiterar que la Casa Rosada tolera pero no apoya el corte de la ruta 136, sino que también descartó la posibilidad de abrir nuevos frentes de conflicto con Uruguay, más allá del diferendo que se tramita en la Corte Internacional.
De esa forma, descartó la mayoría de los planteos que los asambleístas llevaron a la Rosada. La aplicación del Código Aduanero para prohibir que desde la Argentina se abastezca de insumos a Botnia o la sanción de una ley nacional de la madera que impida la exportación de eucaliptus para plantas de celulosa, traería problemas en el marco del Mercosur y afectaría a decenas de empresas argentinas que llevan a cabo un negocio honesto.
No hubo eco en la Rosada, para los reclamos que llegaron de Gualeguaychú. Pero el corte continuará hoy sobre la ruta 136, cumpliendo 452 días.
(Por Leonardo Mindez,
Clarin, 15/02/2008)