A tres años de haber asumido el poder y con miras a las elecciones nacionales del 2009, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, confirmó ayer la salida de Reinaldo Gargano de la titularidad del Ministerio de Relaciones Exteriores en un recambio general de seis ministros y nombró como nuevo canciller al secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, principal negociador en el conflicto con Argentina por la planta de celulosa de la empresa Botnia sobre el río Uruguay.
Fernández -un funcionario de gran confianza del presidente- ha sido además un importante participante en las negociaciones comerciales del gobierno uruguayo con su par de Estados Unidos que desembocó hace un año en la firma del Acuerdo Marco de Comercio en Inversiones (TIFA, por su sigla en inglés). El diferendo con Argentina y la profundización de las relaciones comerciales con Washington son hoy dos temas fundamentales para la política exterior uruguaya.
De extracción socialista al igual que Tabaré, Gargano fue muy cuestionado desde la Argentina y desde buena parte de la oposición uruguaya por su desempeño en el conflicto por las plantas de celulosa. A fines de 2006, incluso, se mostró como el principal crítico al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos que en ese momento estaba impulsando el Ejecutivo oriental, lo que llevó a Tabaré a no firmar finalmente el acuerdo para no generar rispideces con los otros socios del Mercosur y para mantener los equilibrios internos dentro del Frente Amplio (FA), una coalición compuesta por sectores de muy diferente extracción y con matices muy distintos en algunos temas.
Asimismo, Tabaré anunció la remoción de otros cinco ministros. Las carteras que desde el 1º de marzo cambiarán a sus titulares son las de Defensa, en la que Azucena Berrutti será reemplazada por el actual subsecretario, José Bayardi; Vivienda, donde Mariano Arana dejará su cargo al actual presidente de Obras Sanitarias del Estado (OSE), Carlos Colacce; Ganadería, de la que se alejará José Mujica para darle paso a su vice, Ernesto Agazzi; Industria, ministerio donde Jorge Lepra será sustituido por Daniel Martínez, actual titular de la petrolera estatal Ancap; y Cultura, cargo que quedará en manos de la actual presidenta de la estatal telefónica, Antel, en reemplazo de Jorge Brovetto.
"Estas modificaciones no responden a una crisis política ni a que esté disconforme por la actuación de los ministros", enfatizó el mandatario. "El sistema político está transitando una nueva etapa electoral y por esta situación debemos cambiar la línea estratégica y que varios de los jerarcas que dejan sus cargos vuelvan a ocuparse de su tarea política", añadió. Los actuales ministros estarán trabajando desde hoy hasta el 1º de marzo con quienes los relevarán en los cargos.
"Me parece bien la medida adoptada por Tabaré", dijo Mujica, unos de los posibles "presidenciables" para 2009. "Es importante hacer un recambio generacional", agregó. Mujica, Arana y Gargano retornarán así a la "arena política", más precisamente al Senado, donde ocuparán las bancas para las que fueron electos en octubre de 2004. En tanto se especula que la otra figura presidenciable de más peso dentro del Frente Amplio, el ministro de Economía, Danilo Astori, podría dejar su cargo en los próximos meses, y apuntar sus baterías, desde el Senado, a la próxima campaña electoral.
Desde que hace pocas semanas Tabaré aseguró que no se presentará a una reelección, el ex tupamaro Mujica (líder del MPP, sector más votado dentro del FA) y el titular de Hacienda son los dos candidatos naturales que la coalición tiene de cara a los comicios del año próximo. A juzgar por sondeos difundidos en los últimos días, las elecciones no tendrían un ganador en primera vuelta, lo que aumenta las posibilidades de victoria al Partido Nacional -segundo en las encuestas-, que al igual que en 1999 podría contar con el apoyo de los colorados, sus históricos adversarios políticos.
"Estos cambios en el gabinete no van a significar ningún cambio en la política del gobierno", dijo a Clarín una alta fuente del Frente. "Con este movimiento, Tabaré recoge la demanda de renovación, y le hace un guiño a la interna de su partido y también a la opinión pública."
(Por Guillermo Pellegrino,
Clarin, 12/02/2008)