El Gobierno francés tomó la decisión de poner en marcha una moratoria sobre el cultivo del maíz transgénico MON810, tras el informe emitido por la Alta Autoridad sobre los Organismos Modificados Genéticamente, que muestra nuevos datos sobre insuficiencias técnicas, cuestiones no resueltas, impactos ambientales o potencial tóxico a largo plazo. España es el país de la UE con mayor superficie cultivada con este mismo maíz.
Amigos de la Tierra valora de forma positiva la decisión del Gobierno francés de poner en marcha una moratoria sobre el cultivo del maíz transgénico MON810, el único que se siembra actualmente en la Unión Europea. El Gobierno tomó esta decisión tras el informe emitido por la Alta Autoridad sobre los Organismos Modificados Genéticamente, que muestra nuevos datos sobre insuficiencias técnicas, cuestiones no resueltas, impactos ambientales o potencial tóxico a largo plazo.
España es el país de la UE con mayor superficie cultivada con este mismo maíz. Amigos de la Tierra exige al Gobierno español que proteja el medio ambiente y la salud de los ciudadanos y prohíba también su cultivo en nuestro país.
Para hacer efectiva esta prohibición, el ejecutivo de Sarkozy se acoge a la "Cláusula de Salvaguardia" de la directiva europea sobre transgénicos 2001/18, prevista para aquellos casos en que un estado miembro disponga de datos según los cuales un organismo modificado genéticamente constituya un riesgo para la salud o el medio ambiente. Con respecto al maíz transgénico MON 810, cuatro países tienen activada esta cláusula: Francia, Austria, Hungría y Grecia.
El informe de la Alta Autoridad recopila una serie de “nuevos elementos científicos negativos para la flora y la fauna” del maíz MON810. Subraya además la imposibilidad de controlar la dispersión del polen de estas plantas y evitar la contaminación en cultivos ecológicos o convencionales, la aparición de resistencias en insectos o efectos tóxicos sobre otros seres vivos de los ecosistemas. El documento incide sobre dudas y aspectos no resueltos, como la caracterización molecular y bioquímica de estos maíces, la metodología de los estudios toxicológicos y ecotoxicológicos, o la necesidad de un mayor análisis económico.
“Mientras Francia prohíbe el cultivo de transgénicos por sus probados impactos ambientales y sus incertidumbres, el Gobierno ha permitido que en España los transgénicos estén fuera de control, favoreciendo los intereses de unas pocas multinacionales” afirmó David Sánchez, responsable de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra.
En torno al 20% del maíz cultivado en España en 2007 fue maíz transgénico MON810. Durante años, ecologistas y agricultores han denunciado que su cultivo en nuestro país se realiza en unas condiciones de absoluta falta de transparencia y control, con múltiples casos de contaminación de cosechas y alimentos. Frente a la pasividad del Gobierno, cada vez son más los municipios y las Comunidades Autónomas que eligen proteger su medio ambiente y la salud de sus ciudadanos declarándose “Zonas Libres de Transgénicos”. El País Vasco, Asturias y Baleares ya han dado el paso, al igual que 40 municipios, como Palencia o Albacete.
“La posición de Gobierno español es incómoda, ya que es difícil justificar el cultivo de un transgénico que otros países europeos rechazan por sus impactos e incertidumbres, basadas en datos científicos. Desde Amigos de la Tierra exigimos la aplicación del principio de precaución y la prohibición del cultivo de transgénicos también en nuestro país” añadió Sánchez.
(Eco Portal, 23/01/2008)