TORONTO - Tras muchas amenazas, la economía global comienza a inclinarse a la sustentabilidad, aunque con reticencias, según el informe "Estado del Mundo 2008", elaborado por el Worldwatch Institute, una organización de expertos ambientales con sede en Estados Unidos.
"Innovadores esfuerzos verdes por parte de gobiernos y empresas se están volviendo comunes", dijo Gary Gardner, de Worldwatch.
"Aunque los proyectos verdes ya no son marginales, todavía están muy lejos de ser dominantes", declaró a IPS Gardner, codirector del informe anual que habitualmente se centra en documentar el empeoramiento ambiental en todo el mundo.
El reporte describe una serie de nuevas oportunidades económicas que están atrayendo capitales. Se calcula que se invirtieron 52.000 millones de dólares en energía renovable en 2006, casi el triple que el año anterior.
"La energía renovable está cerca de despegar por sí misma. Ya no necesita mucha ayuda de los ambientalistas", señaló Gardner.
Los anuncios verdes ahora surgen diariamente. El mes pasado, directivos de la Universidad Virginia Tech dijeron que esa entidad se había asociado con un inversor privado, Hannon Armstrong, para destinar 100 millones de dólares anuales al mejoramiento de la eficiencia energética de los edificios del área de Washington.
En mayo, Citigroup, uno de los bancos más grandes del mundo, anunció planes de invertir 50.000 millones de dólares para abordar programas de atención al cambio climático en la próxima década.
Eso se contradice directamente con el hecho de que Citigroup es el principal financista de energía generada a partir de combustibles fósiles y de la industria mundial de carbón, que es la mayor fuente de emisiones contaminantes de Estados Unidos y otros países.
¿Acaso la promesa de Citigroup por abordar el cambio climático es lo que se conoce como "lavado verde", o un esfuerzo sincero por hacer negocios sustentables?
¿Y qué hay de los recientes esfuerzos de General Motors por urgir a Estados Unidos a aprobar legislación que regule las emisiones de gases de efecto invernadero que también son subrayadas en el informe?
"General Motors y otras corporaciones están pasando de la negación sobe el cambio climático a querer tener influencia sobre futuras regulaciones que saben que ahora son inevitables", dijo Gardner.
Sin embargo, agregó que "la mayoría de las actividades de muchas de las corporaciones y países citados en este informe son malos para el ambiente".
Pero en vez de centrarse en operaciones de negocios como de costumbre, que ignoran enteramente al ambiente, el reporte de este año divulgado el miércoles intenta documentar la marea en ascenso de esfuerzos verdes que pueden señalar el nacimiento real de una economía global sustentable.
Una economía sustentable es aquella que depende de la energía renovable, y la recicla tan efectivamente que prácticamente hay cero desechos, emite pocas toxinas, si es que emite algunas, y satisface las necesidades de los más pobres, definió Gardner.
El rápido crecimiento de las microfinanzas (préstamos a corto plazo, a menudo de unos pocos cientos de dólares) tuvo un impacto considerable en los países en desarrollo, destacó el informe.
También produce excelentes réditos a los prestamistas, tantos que Citigroup es ahora una de los mayores financistas. La corporativización de las microfinanzas puede ser buena o mala, expresó Gardner.
"Las corporaciones y los gobiernos simplemente están comenzando a aprender qué es una economía sostenible", agregó.
Y han aprendido lentamente. Hace más de 30 años del Informe Bruntland (1987), titulado "Nuestro Futuro Común", donde los líderes mundiales establecieron el desarrollo sostenible como el objetivo para la economía global.
"El progreso humano continuado ahora depende de una transformación económica que es más profunda que cualquiera vista en el último siglo", dijo el presidente de Worldwatch, Christopher Flavin.
"Deberíamos estar practicando un acercamiento sustentable a la economía que aproveche la capacidad de los mercados de destinar recursos escasos al tiempo de reconocer explícitamente que nuestra economía depende del ecosistema más amplio que la contiene", enfatizó.
En la escalera de la economía sustentable, solamente pusimos el pie en el primer peldaño, dijo Gardner, y no hay ninguna garantía de que seguiremos adelante. Todavía hay un montón de poderosos intereses creados que bloquean el camino porque no quieren cambiar o creer que puede dañar sus intereses, observó.
Sin embargo, las palancas de la opinión pública, las compras verdes, la eficiencia energética, la energía renovable y otros ahora son lo suficientemente grandes para sacar a algunos del camino, añadió.
"Tengo esperanzas, pero no me atrevo a decir que soy optimista", continuó Gardner. El consumismo sigue siendo "la nuez más dura de romper".
Los actuales niveles de consumo en los países ricos no pueden sostenerse. Y buena parte del resto del mundo quiere vivir con el ciudadano estadounidense promedio. Tristemente, demasiadas personas creen en un mensaje de consumo enormemente poderoso difundido por la industria de la publicidad y el entretenimiento de que "lo que ellos son es lo que poseen", afirmó.
"Realmente se necesita innovación para mostrarle a la gente que podemos tener vidas mejores con menos", concluyó Gardner.
(Por Stephen Leahy,
IPS, 11/01/2008)