SANTIAGO DE CHILE, (ANSA).- La emanaciones del volcán Llaima, que hizo erupción el 3 de enero último, cruzaron territorio argentino, llegaron al océano Atlántico y amenazan con generar una lluvia ácida, según el monitoreo que efectuó el satélite Aura de la NASA a través del instrumento denominado OMI.
Así lo confirmó el investigador y director de Ingeniería Ambiental de la Universidad Andrés Bello, Marcelo Mena, quien trabajó con el apoyo de esa tecnología en estudios sobre los efectos de la contaminación en otros lugares del planeta.
Según Mena, la erupción del Llaima podría afectar la generación de lluvia ácida, por oxidación de dióxido de azufre, formando ácido sulfúrico, a una escala mayor al de las fundiciones y termoeléctricas.
El estudio de la NASA estima que la pluma de humo mediría 16.000 toneladas de azufre, cantidad que supera las emisiones totales de este material que la ciudad de Santiago tiene en un año.
"Ante este tipo de catástrofes siempre es importante destacar el carácter global de la contaminación, sea natural o antropogénica, ya que todas las emisiones van a parar a algún lugar, y son rastreables mediante satélite", indicó Mena.
OMI es parte de una serie de satélites que la NASA ha desplegado para monitorear concentraciones de contaminantes desde el cielo como dióxido de nitrógeno (NO2), ozono (O3), monóxido de carbono (CO) y dióxido de azufre (SO2), además del material particulado.
Con este instrumento la NASA pudo estimar las emisiones de fuentes industriales de NO2 en China, o el azufre emanado de fundiciones en Perú.
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La Nacion, 08/01/2008)