El Congreso de Estados Unidos concluyó ayer la aprobación de un proyecto que exige un aumento del rendimiento de los combustibles y promueve un mayor uso del etanol en los vehículos que se produzcan en la próxima década. La iniciativa, aprobada por el Senado la semana pasada, será promulgada mañana por el presidente George W. Bush, dijeron fuentes oficiales.
El proyecto, el primero en 32 años que aumenta la eficiencia de los combustibles, recibió hoy la luz verde de la Cámara de Representantes por 314 votos a favor y 100 en contra. La iniciativa establece que a partir de la próxima década la media de rendimiento de la gasolina tendrá que ser de 35 millas (1,6 kilómetros) por galón (3,78 litros).
Ordena, además, que se aumente el uso del etanol a un total de 36.000 millones de galones al año para 2022, lo cual supondría un incremento de siete veces sobre el actual uso de ese tipo de combustible. La votación en ambas cámaras legislativas se llevó a cabo después de que los demócratas aceptaron la eliminación en el proyecto de nuevos impuestos por un total de 13.000 millones de dólares a las empresas petroleras y las compañías que distribuyen gas en el país.
Además, exigía que los servicios públicos generaran un 15 por ciento de su electricidad de fuentes renovables como la energía solar y eólica. Harry Reid, líder de la mayoría demócrata del Senado, aplaudió la aprobación de la iniciativa y señaló que es "solo el primer paso de una revolución energética que comienza en América y se propaga por todo el mundo".
El legislador, quien recordó que los precios de la gasolina y del crudo se han duplicado más que duplicado durante los Gobiernos consecutivos de Bush, añadió que los demócratas están comprometidos en la creación de una estrategia energética a largo plazo y "este proyecto es un paso esencial en esa dirección". Sin embargo, Reid criticó la insistencia republicana por eliminar las disposiciones tributarias que afectaban a las empresas petroleras.
"Al bloquear los incentivos tributarios en energía renovable y normas para el suministro de energía limpia, los republicanos desperdiciaron la oportunidad de promover nuestras propias industrias de energía limpia", apuntó. De haberse mantenido las disposiciones tributarias, el proyecto habría sido vetado por el jefe de la Casa Blanca. Según Steny Hoyer, líder de la mayoría demócrata en la cámara baja, este es "un momento histórico en la política energética de Estados Unidos", porque aleja a este país de su dependencia al petróleo y lo acerca a los suministros de energía renovable y promueve la conservación energética.
"Con esta legislación, avanzamos hacia una real independencia energética que tendrá como resultado una economía más fuerte", resaltó. Estados Unidos, uno de los mayores productores de petróleo en el mundo, debe importar alrededor de un 60 por ciento de los combustibles que necesita su gigantesco aparato industrial.
El mandatario estadounidense se manifestó complacido la semana pasada por la aprobación de la iniciativa en el Senado y recordó que en enero de este año había pedido al Congreso una reducción en el consumo de gasolina de 20 por ciento en 10 años. Además, aseguró que "si esta legislación llega al escritorio del presidente, la promulgará de inmediato". Esta es la primera vez en 32 años que el Congreso de Estados Unidos interviene para aumentar la eficiencia de los combustibles en vehículos motorizados.
(Agroinformacion,
Ecotícias, 20/12/2007)