El 24 de enero de 2004, dos meses antes de las últimas elecciones generales, Jesús Caldera, el Coordinador del Programa Electoral del PSOE, dijo ante los medios de comunicación, en el acto de la firma de un Acuerdo Programático con Los Verdes: “Nos comprometemos a sustituir la energía nuclear en un plazo de 20 años. Con el PSOE en el Gobierno, comenzará un proceso gradual de sustitución de la energía nuclear por otras más limpias”.
Esas declaraciones habían sido precedidas por otras en el mismo sentido, como las realizadas en junio de 2002 por el Secretario General del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en la presentación del libro “Ecología: Perspectivas y Política de Futuro”, en mesa compartida con responsables del movimiento ecologista, donde ya se comprometió al “abandono gradual” de la energía nuclear en España y se manifestó contrario a la ampliación de la actividad de las centrales ahora en funcionamiento.
Por supuesto hubo muchas otras declaraciones posteriores similares, sobre todo a medida que se acercaban las elecciones generales de marzo de 2004, tanto por parte del entonces candidato a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como de otros destacados responsables del PSOE.
Finalmente este compromiso quedó plasmado en el Programa Electoral del PSOE a las Elecciones Generales 2004, y también en el ya citado Acuerdo Programático PSOE-Los Verdes de cara a esos comicios. En estos documentos se afirmaba: “Mantendremos nuestro compromiso de sustitución gradual de la energía nuclear por energías más seguras, más limpias y menos costosas, que se llevará a cabo de forma ordenada en el tiempo, dando prioridad a la garantía de suministro y con el máximo consenso social”.
La ciudadanía se ha manifestado en incontables ocasiones (encuestas del CIS, Eurobarómetro de la Comisión Europea...) totalmente favorable al cierre de las centrales nucleares. De hecho, según el último Eurobarómetro, sólo el 4% de los ciudadanos españoles se muestra partidario de la energía nuclear.
Es un hecho incontestable que el PSOE y su Secretario General, José Luis Rodríguez Zapatero, ganaron las elecciones generales del 14 de marzo de 2004, haciendo uso de una serie de promesas, entre ellas, la de cerrar las centrales nucleares.
Tras la victoria electoral, ese compromiso electoral se convirtió en compromiso de Gobierno. Ya en su Discurso de Investidura ante el Congreso de los Diputados, en mayo de 2004, Zapatero afirmó: “En materia de energía (...) y, progresivamente, a abandonar la energía de origen nuclear”. A esas declaraciones le siguieron otras más del mismo estilo, ya como Presidente del Gobierno, tanto en actos diversos (como el celebrado en La Moncloa el 16 de febrero de 2005, para celebrar la entrada en vigor del Protocolo de Kioto) como en otros en sede parlamentaria.
Así, en el Congreso de los Diputados, en diversos Debates sobre el Estado de la Nación, el Presidente Zapatero contestó a las preguntas sobre energía nuclear de los portavoces de otros grupos parlamentarios de esta forma:
* Contestación del Presidente del Gobierno al portavoz de CiU ((Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, 30 de mayo de 2006): “En relación con la energía nuclear, (...). El Gobierno va a tomarse el tiempo que estime conveniente, pero que en todo caso será antes del fin de la legislatura, para establecer sus compromisos en materia de energía nuclear, que están en el programa electoral y que se señalaron en el debate de investidura”.
“(...) porque he dicho que antes de que termine la legislatura el Gobierno tendrá un plan para cumplir su compromiso electoral, si las circunstancias así lo permiten”.
* Contestación del Presidente del Gobierno al portavoz de IV-IU-ICV (Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, 31 de mayo de 2006): “Hoy reitero, como hice ayer, señor Herrera, mi compromiso de cumplimiento electoral en el ámbito de la energía nuclear, de su progresiva reducción. Reitero que, antes del final de la legislatura, el Gobierno establecerá un compromiso concreto, que por supuesto vamos a dialogar con su grupo”.
El PSOE y el Gobierno no han cumplido esas promesas y por ello Greenpeace y Ecologistas en Acción exigen al Gobierno que cumpla de forma inmediata sus compromisos y pase de las palabras a los hechos: “Durante la celebración de la victoria electoral en Ferraz, cientos de personas en la calle gritaron a Zapatero: ¡no nos falles! El Gobierno debe ahora dejar de echar balones fuera y cumplir, de una vez por todas, sus promesas en materia de energía nuclear. En todo caso, los grupos ecologistas nos encargaremos de informar activamente a la ciudadanía si el Gobierno ha sido o no coherente con lo que prometió”.
Como demuestra el incremento del número de sucesos de seguridad en las centrales nucleares españolas (un 69% más en el 2006 que en el 2005, según datos oficiales), el parque nuclear español está aquejado de serios problemas: múltiples problemas técnicos de seguridad, debidos en gran parte al agotamiento de su vida útil técnica, y, por otro lado, la progresiva degradación de la cultura de seguridad de los operadores nucleares, más preocupados de rebajar costes y maximizar beneficios que de priorizar la seguridad de sus instalaciones atómicas.
En cuanto a Garoña, Ecologistas en Acción y Greenpeace reiteran que, debido al peligroso funcionamiento y al evidente agotamiento de la vida útil de esta central, es un error esperar hasta 2009 para proceder a su cierre definitivo, como parece haber decidido el Gobierno. Es necesario cerrar esta central nuclear de forma inmediata.
(
Greenpeace, 21/11/2007)