Las intenciones del gobierno costarricense de retomar las exploraciones petroleras en territorio nacional, ahora con capital chino, abre de nuevo la polémica sobre el futuro ambientalista del país. Esta noticia causó indignación entre las organizaciones ecologistas que libraron una batalla desde 1997 por declarar al país libre de exploraciones petroleras. Paz con la naturaleza e Iniciativa Carbon Cero cuestionadas internacionalmente. Gobierno sin rumbo sobre modelo energético, afirman ecologistas.
Las intenciones del gobierno costarricense de retomar las exploraciones petroleras en territorio nacional, ahora con capital chino, abre de nuevo la polémica sobre el futuro ambientalista del país. Esta noticia causó indignación entre las organizaciones ecologistas que libraron una batalla desde 1997 por declarar al país libre de exploraciones petroleras. En 2002 el movimiento ecologista nacional e internacional celebró la conquista tras el anuncio del presidente Abel Pacheco de aplicar una moratoria a tales actividades extractivas.
Ahora, la organización Oilwatch Internacional, una red de monitoreo a las actividades petroleras con representación en Costa Rica, anuncian “una guerra sin descanso contra las pretensiones del gobierno de intentar nuevamente acabar con la moratoria a la exploración y explotación petrolera en Costa Rica” aclaró Alicia Casas, facilitadora regional de la organización. “El gobierno costarricense está tirando por la borda su propuesta de Paz con la Naturaleza y carbón neutral” afirmó tajante Casas. Según los ecologistas, con esta decisión el gobierno perderá prestigio y liderazgo para impulsar cualquier política internacional en el tema ambiental. Con este doble discurso de conservación y contaminación pierde credibilidad para acceder a fondos para implementar un modelo energético con otras fuentes renovables. Advirtió la activista de Oilwatch.
Oilwatch Internacional, a su vez, denunció que la posición de líder ambiental de Costa Rica se vería fuertemente perjudicada. En cambio, “"Ecuador, para disminuir la extracción y dependencia con los hidrocarburos, ha planteado dejar el petroleo en el subsuelo, a cambio de una compensación económica con recursos internacionales, situándose así a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, por la conservación de bosques tropicales y defensa de los derechos de los pueblos indígenas que viven allí"” afirmó desde Ecuador Ivonne Yánez, coordinadora para Sudamérica de la organización internacional.
El anuncio que se realizó en estos días se suma a la ya anunciada refinería que el gobierno costarricense está empeñado en conseguir y que era parte de los contenidos de la “maleta” de las nuevas relaciones chino costarricense.
Según los ecologistas, la empresa que se ha mencionado para estas inversiones, la CNPC, tiene antecedentes graves en materia ambiental. “Tenemos versiones de prensa locales (China Daily, Asian Labour y otros periódicos) que denuncian varios accidentes graves. Podemos citar la explosión en una de las refinerías de CNPC en la ciudad de Cangzhou en 2003. Un escape de gas en el condado de Kaixian que mató a 250 personas y alrededor de 65.000 personas evacuadas. Y en noviembre del 2005, CNPC causó el “más grave caso de contaminación de un río”, según la Agencia China de Protección Ambiental.
La petrolera China está, además, implicada en el genocidio de Sudan. Según William R. Hawkins China está implicada en África desde los años sesenta apoyando a regímenes criminales y grupos revolucionarios “en concordancia con una temática antiimperialista (antioccidental)”. Las relaciones de Beijing con Sudán escalaron en los años 90 con la explotación de enormes reservas petroleras. China ha invertido alrededor de 10 billones de dólares en ese país dejando graves daños ambientales, sociales y de lesa humanidad.
Otras organizaciones como la Federación Ecologista para la Conservación de la Naturaleza (FECON) denunció la procedencia de esa iniciativa: “China es un país que es conocido por sus bajos estándares ambientales desde su acelerado crecimiento económico, así como sus violaciones a los derechos humanos. Ahora es donde el gobierno actual demuestra claramente los negocios están por encima del ambiente y los derechos humanos” declaró Mauricio Alvarez, vocero de FECON.
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La Biodiversidad, 18/11/2007)