En coincidencia con lo que muchos especialistas vaticinan como el fin del petróleo barato y cuando el crudo superó ayer la barrera de los US$ 90 el barril, se debatió en Buenos Aires el futuro de los biocombustibles en un congreso internacional. Ante una platea que compartieron el ministro De Vido, el director de Biodiesel Brasil, Ricardo de Lima Vianna, el presidente de World Energy de EE.UU., Gene Gebolys y el titular de la Asociación Argentina de Biocombustibles, Héctor Huergo, se remarcó que Argentina tiene una posición inmejorable.
Se argumentó que es uno de los principales productores mundiales de cereales y oleaginosas; posee mayor escala de molienda de oleaginosas que el resto de sus competidores; y su capacidad de molienda supera ampliamente la cosecha actual por lo que está preparada para un gran crecimiento en la producción de granos.
Pero Roberto Urquía, de Aceitera General Deheza, marcó diferencias con las políticas que llevan los gobiernos europeos y el de EE.UU. "Allá favorecen la producción de biocombustibles". Así, remarcó que EE.UU. impulsa el consumo de etanol en base a maíz. Y que la Unión Europea promueve la producción de biodiesel en base a aceites vegetales.
(
Clarin, 19/10/2007)