Se inauguró en San Lorenzo, al norte de Rosario, una de las mayores plantas de biodiésel del mundo. Está diseñada para producir 230.000 toneladas por año y cuenta con la última tecnología internacional en la materia. La planta pertenece a la empresa Renova, una sociedad en partes iguales entre la santafesina Vicentín SACI y OMHSA (Oleaginosa Moreno Hnos, empresa controlada por la suiza Glencore). Costó 30 millones de dólares y se levantó sobre el predio en el que Vicentín SACI tiene su gigantesca operación de molienda de soja y girasol para la extracción de aceite y elaboración de pellets (harinas) de proteína de soja. Allí se procesan 6.500 toneladas por día, de las que se obtienen unas 1.000 de aceite y 5.000 de pellets.
Ese aceite antes se comercializaba "crudo". Ahora abastece a la planta de biodiésel, lo que significa un claro proceso de agregado de valor. La inauguración coincidió, precisamente, con el día en el que el petróleo tocó el precio máximo de la historia, superando los 88 dólares el barril. La planta cuenta con dos etapas independientes. La primera es un sofisticado proceso de refinación del aceite crudo. La tecnología fue provista por la belga Desmet, líder en la materia. Esta refinería deja al aceite en condiciones de "food grade", es decir, apto para consumo humano, lo que asegura una calidad de materia prima superior para la elaboración de biodiésel. El aceite refinado se bombea a la planta de "transesterificación", la reacción química que da lugar al biodiésel. Fue provista por la alemana Lurgi, y produce 700 metros cúbicos por día.
En rigor, la planta de Renova es simplemente la primera de una serie que va a convertir al eje San Lorenzo-Puerto San Martín en el polo "biodieselero" más grande del mundo. Allí, en apenas 10 kilómetros sobre el Río Paraná, se concentra hoy el 60% de la capacidad de molienda de oleaginosas, la mayor riqueza argentina, con embarques por 15.000 millones de dólares en el 2007. Ya se está finalizando una planta gemela, propiedad de T6, una sociedad de Bunge y AGD. Y está en construcción avanzada otra igual, de Unitec Bio, del empresario Eduardo Eurnekian. Y también están en marcha los proyectos de Patagonia Bio Energy (250.000), con lo que San Lorenzo contará con 1 millón de metros cúbicos de biodiésel.
Pero a pocos kilómetros se levantarán otras plantas, también vinculadas a empresas de la cadena agroindustrial de oleaginosas: la de Dreyfus (300.000 toneladas), Molinos Río de la Plata (100.000 toneladas), y otras aún no anunciadas pero sí definidas. Argentina lidera las exportaciones mundiales de productos del complejo soja. Con esta nueva oleada de inversiones, se va a constituir inexorablemente en el proveedor más competitivo de biodiésel, cuya demanda crece por la decisión de sustituir obligatoriamente una parte del gasoil por este combustible renovable.
(Por Héctor A. Huergo,
Clarin, 18/10/2007)