Greenpeace presenta hoy un listado de empresas y productos alimentarios que han sido elaborados a partir de transgénicos. Se trata de 40 productos comercializados por 23 empresas, que contienen al menos un ingrediente o aditivo producido a partir de maíz o de soja modificados genéticamente. Estudios recientes demuestran los graves riesgos de ciertos Organismos Modificados Genéticamente (OMG)
Greenpeace presenta hoy un listado de empresas y productos alimentarios que han sido elaborados a partir de transgénicos. Se trata de 40 productos comercializados por 23 empresas (1), que contienen al menos un ingrediente o aditivo producido a partir de maíz o de soja modificados genéticamente (MG), como la harina de soja, aceites y grasas vegetales, lecitina de soja, mono y diglicéridos de ácidos grasos, almidón, sémola de maíz o glucosa.
Éste es el resultado de una investigación llevada a cabo por los "Observadores de Transgénicos", un grupo de ciudadanos que han analizado en los últimos meses el etiquetado de los productos presentes en los supermercados. "Estas personas comprometidas con el medio ambiente y la salud están realizando una importante labor para que nadie se atreva a utilizar a la naturaleza y a los ciudadanos en un gigantesco experimento genético", ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los transgénicos de Greenpeace.
Greenpeace se ha puesto en contacto con las 23 empresas y les ha exigido que abandonen esta práctica, y que faciliten a la organización ecologista la información y los documentos que prueben el cambio de actitud. "La comercialización de alimentos transgénicos es un acto irresponsable que convierte a los ciudadanos en cobayas humanas. Las multinacionales agrotecnológicas se prometen grandes beneficios económicos, pero el riesgo lo ponen los consumidores, los agricultores y el medio ambiente" ha añadido. "Los fabricantes de alimentos y los supermercados deben protegernos de esta agresión".
Los conocimientos científicos actuales no son suficientes para predecir con exactitud todas las consecuencias de la introducción de transgénicos en la alimentación y el medio ambiente. En los últimos meses se han presentado datos que demuestran la peligrosidad para la salud de varios maíces transgénicos, algunos de los cuales se consumen en España, y uno de ellos se cultiva a gran escala. La realidad es que estos alimentos están recibiendo luz verde de la UE a pesar de las alarmantes anomalías que se están detectando. Resulta difícil que los ciudadanos europeos puedan confiar en las instituciones responsables de velar por la seguridad de estos cultivos cuando el procedimiento de aprobación es claramente antidemocrático.
En España, país de la UE que más transgénicos cultiva, la situación sigue siendo extremadamente preocupante. La falta de transparencia, la inexistente trazabilidad, las irregularidades en los campos experimentales, las decenas de nuevas variedades aprobadas, el aumento de superficie con respecto a campañas anteriores a pesar de la oposición de la opinión pública son algunos de los hechos que demuestran que en España se siguen priorizando los intereses de las grandes empresas del sector sobre los intereses de los consumidores y del medio ambiente.
"Para que esto no siga así, para que los transgénicos no invadan nuestros campos y nuestros platos, Greenpeace seguirá trabajando con la ayuda de los consumidores" ha afirmado Carrasco.
La organización ecologista emprenderá próximamente una nueva campaña para analizar químicamente los alimentos presentes en el mercado para detectar si algún fabricante está utilizando transgénicos sin marcarlo claramente en la etiqueta de sus productos. El proceso culminará con la publicación a primeros de 2008 la 4ª edición de la Guía Roja y Verde de Alimentos Transgénicos.
Para acceder a la lista completa de empresas y productos:
(Greenpeace / Eco Portal, 17/10/2007)