Autoridades de gobierno y eclesiásticas, así como dirigentes sociales de La Oroya manifestaron su gran preocupación por la segunda vez, al igual que el año pasado, que La Oroya figura dentro del ranking de los 10 lugares más contaminados del planeta, según el Instituto Blacksmith, de Nueva York
El presidente del gobierno regional de Junín, Vladimiro Huaroc, el Gerente de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente de Junín, Iván La Negra y el arzobispo de Huancayo, monseñor Pedro Barreto, así como dirigentes sociales de La Oroya manifestaron su gran preocupación por la segunda vez, al igual que el año pasado, que La Oroya figura dentro del ranking de los 10 lugares más contaminados del planeta, según el Instituto Blacksmith, de Nueva York. Ranking en el que también está Chernobil (Ucrania), ciudad que sufrió en 1986 el peor desastre nuclear de la historia, al estallar el reactor de una planta, que generó miles de casos de cáncer a la tiroides en niños y adolescentes en los años siguientes.
Huaroc consideró que tanto la reciente decisión de la CIDH como el reporte del Instituto Blacksmith, apuntan a la todavía pobre efectividad de las medidas adoptadas para evitar y mitigar el impacto que la contaminación produce en la salud de los habitantes de La Oroya. “Necesitamos fortalecer las políticas de fiscalización y vigilancia ambiental, tal como se desprende de la reciente sanción que recibió DRP, y mejorar las acciones directas sobre la salud de la población de La Oroya, en especial los niños”, agregó La Negra.
“La reiterada afirmación sobre La Oroya del Instituto Blacksmith sugiere que no se ha hecho nada para revertir esta triste y agónica situación en dicha ciudad y la cuenca del Mantaro”, declaró por su parte Barreto. “La multa del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN) a Doe Run Perú (DRP) y el ultimátum de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al gobierno peruano, indican que estamos lejos de que dicha empresa y el Estado estén poniendo los medios para remediar la altísima contaminación en La Oroya”, precisó el arzobispo de Huancayo.
De otro lado, el presidente de la Asamblea Popular de La Oroya, Carlos Callupe, señaló que le parece interesante que el Instituto Blacksmith hable de La Oroya y de su problema ambiental diario. “Hoy estamos respirando metales pesados sin que las autoridades se sensibilicen al respecto. Cada día, hasta las 10:00 am el aire es irrespirable en La Oroya Antigua, con estos gases no se puede salir. En el colegio J. C. Mariátegui, muchos alumnos tienen problemas respiratorios y tienen altos niveles de plomo, pero sus padres lo ocultan por miedo a la DRP.
A mí en unos análisis en Lima me han encontrado recientemente mis pulmones como si trabajara en una mina”, declaró Callupe. Mientras que Miguel Curi, ex vicepresidente del Movimiento por la Salud de La Oroya (MOSAO), explicó que al ver desde lo alto de su ciudad, la empresa, las casas viejas y los techos carcomidos por la contaminación y la lluvia ácida, se dio cuenta que vive en una ciudad que es una desgracia, agregando que hoy la contaminación es muy fuerte en La Oroya.
(Por Raul Chacon Pagan,
Eco Portal, 14/09/2007)