Lo dijo el embajador argentino Raúl Estrada Oyuela durante las Jornadas Argentino-Británicas sobre Cambio Climático organizadas por la Embajada Británica y Clarín. Señaló que, aunque nuestro país es uno de los que menos emisiones produce, debe seguir preocupándose por el tema y que el 47 por ciento del carbono que se emite localmente, lo generan la agricultura y la ganadería.

La residencia del embajador británico se convirtió hoy en un lugar de reflexión y debate sobre las principales cuestiones que afectan al medio ambiente, en una de las Jornadas Argentino-Británicas sobre Cambio Climático, organizadas por la Embajada Británica y Clarín. Acompañado por John Hughes, la baronesa Susan Miller de Chilthorne Domer, miembro de la Comisión Conjunta sobre Cambio Climático del Parlamento Británico de la Cámara de los Lores y expertos del Reino Unido, el embajador argentino Raúl Estrada Oyuela explicó cuáles son los desafíos más importantes que enfrenta Argentina en este tema.

Luego de una detallada explicación sobre los avances en el mundo, sobre el calentamiento global, Estrada Oyuela se refirió a lo que todos estaba esperando: la situación en Argentina. El embajador, que tiene una larga trayectoria en el tema y ha representado a nuestro país en numerosas convenciones y firmas de acuerdos, dio una buena noticia, Argentina tiene los mismos niveles de emisión de dióxido de carbono que Suecia y uno de los más bajos del mundo.

La cifra tiene aún más trascendencia si se compara a nuestro país con EE.UU. y Australia, los mayores emisores de CO2 del mundo. "Son los malos de la película", bromeó Estrada Oyuela y explicó que sus emisiones rondan las 25,4 y 26,8 toneladas de CO2 por habitante, respectivamente, mientras que en Argentina es de 6,4 y en Suecia, de 6,3. Sólo nos supera Latvia con 4,6 toneladas de emisiones por persona, según los datos presentados hoy durante las Jornadas.

Sin embargo, Estrada Oyuela llamó a no dormirse en los laureles y advirtió que las bajas emisiones de CO2 no autorizan a no trabajar por disminuirlas aún más. Argentina tiene que seguir preocupándose por el tema, en especial porque "el 47 por ciento del carbono que se emite localmente, lo generan la agricultura y la ganadería". Y sigue siendo urgente reducir esas emisiones. Según el embajador, a nivel mundial se precisan 200 mil millones de dólares para mitigar el efecto invernadero para el 2030. "A nosotros nos puede parecer mucho, pero si tenemos en cuenta que esa cifra representó sólo el 0,7 por ciento del presupuesto de la OECD en 2003. En términos de macroeconomía son migajas", dijo y agregó que la mayor parte de esa inversión de 200 mil millones la está llevando a cabo el sector privado.

Las necesidades financieras de adaptación para el sector agrícola, forestación y pesca se calculan en 14.000 millones de dólares. Otros 11.000 se necesitan en el sector del agua y unos 5.000 millones más para la salud. Las playas y los diques se llevan otros 11.000 y en infraestructura se gastará la mayor parte: entre 8 mil y 130 mil millones de dólares, explicó Estrada Oyuela a los asistentes, entre los que se encontraba Ricardo Kirschbaum, editor general de Clarín.

En cuanto al campo argentino y sus fuertes emisiones de CO2, el embajador explicó que están trabajando "con Nueva Zelanda para tener sistemas de medición que nos permitan conocer mejor que se está emitiendo (de la agricultura y qué de la ganadería) y poder reducir mejor las emisiones, por ejemplo, a través de la alimentación del ganado". Además, advirtió que la siembra directa es una fuerte fuente productora de CO2.

"Necesitamos energía eléctrica con más eficiencia. Es clave y como somos ineficientes y nos hemos acostumbrado a serlo por las tarifas bajas que tenemos, estamos obligados a ajustarnos y mejorar. Argentina también tiene que lograr eficiencia en el transporte, el gran olvidado es el tren. Tenemos que transportar 100 millones de toneladas de granos este año y lo vamos a hacer en camiones, que emiten 25 veces más que los ferrocarriles", señaló.

"El tren es el gran ausente del esfuerzo de mitigación. El transporte representa el 17,8 por ciento de las emisiones en Argentina. Necesitamos desarrollar nuevas fuentes de combustible, mejores fuentes de energía como la eólica, el hidrógeno, la solar y hasta la mareomotriz. Y no hay que olvidar la forestación, que tampoco es la solución, pero ayuda", concluyó.
(Clarin, 30/08/2007)