Registros fotográficos de un habitante del municipio argentino de Puerto Libertad, situado en la provincia de Misiones (noreste), revelan un preocupante panorama ambiental en la zona, donde opera la empresa Alto Paraná, dedicada a la producción forestal y de celulosa y perteneciente al grupo chileno Arauco.
El desmonte, las aves muertas y los arroyos contaminados configuran una situación ambiental por demás delicada en tierras de Puerto Libertad situadas frente a un vivero de Alto Paraná. Un grupo de organizaciones sociales misioneras está evaluando qué tipo de acciones tomar al respecto.
El vecino Oscar Ortega, quien tomó las fotografías, envió una carta a autoridades del gobierno de Puerto Libertad, en la que les invita a visitar la zona y les exige una solución para evitar un mayor desastre ecológico, que ya afecta directa o indirectamente a la población del lugar. Vecinos y grupos ambientalistas ya han denunciado en otras oportunidades en Puerto Libertad situaciones de contaminación preocupantes.
Según el sitio web argentino El Paranaense, Ortega manifiesta en la misiva que está preocupado por la "situación ecológica de la zona", especialmente por los arroyos que se ven continuamente "contaminados y cubiertos de troncos y basuras que no les permiten desarrollar su curso natural".
Ortega advierte que existe el grave riesgo de que sean contaminados otros cursos de agua de la zona aún no afectados, por los trabajos de tala y reforestación que se seguirán practicando. "El cordón ecológico que debería existir en las márgenes de los arroyos no se respeta", agrega el vecino misionero, que se lamenta porque "la flora y fauna silvestre han desaparecido totalmente y la fauna íctica (peces) también".
Ortega ensaya una explicación al desastre ambiental que vive Puerto Libertad. "Los agrotóxicos que usan (en Alto Paraná) para la fumigación son causantes de esta contaminación y sus consecuencias", asegura en la carta. Alto Paraná, que tiene una planta de celulosa en Misiones, abastece al 50 por ciento de la industria papelera de Argentina. Dirigentes sindicales del sector han denunciado que la compañía controla la economía en su zona de operación.
En septiembre de 2006 los hacheros de Misiones bloquearon el ingreso de camiones con madera a la planta de celulosa de Alto Paraná. Un mes antes esos trabajadores habían paralizado sus actividades y también bloquearon el ingreso de madera a la planta industrial.
En tanto, la empresa Celulosa Arauco y Constitución (CELCO) es responsable por la grave contaminación de varios cursos de agua en Chile. La planta de celulosa de la compañía en Valdivia, en la región de Los Lagos (centro), provocó la destrucción del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, en el Río Cruces. Allí la contaminación de la fábrica llevó a la muerte a miles de cisnes de cuello negro.
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Eco Portal, 14/08/2007)