Un estudio sobre la influencia de los árboles en la purificación del aire se inició en la provincia de Cienfuegos. Los especialistas al frente de la investigación, señalan que las plantas más purificadoras del medio ambiente son las pertenecientes a las familias de los Ficus, Pinaceas y Laureles. Esas variedades tienen mayores posibilidades de influir sobre el entorno, debido a que alcanzan hasta 70 por ciento de cobertura foliácea.
Un estudio sobre la influencia de los árboles en la purificación del aire se inició en la provincia de Cienfuegos, con prioridad en la ciudad cabecera, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. Los especialistas del Jardín Botánico de ese territorio, al frente de la investigación, señalan que las plantas más purificadoras del medio ambiente son las pertenecientes a las familias de los Ficus, Pinaceas y Laureles.
Esas variedades tienen mayores posibilidades de influir sobre el entorno, debido a que alcanzan hasta 70 por ciento de cobertura foliácea. Precisamente esas especies abundan en el rango de 138 ficus en una arteria tan importante como la Calzada de Dolores, o de unas 313 plantas en el Paseo del Prado, el más largo de Cuba.
Además de la cantidad de arbustos, valoran la edad de la vegetación urbana, pues entre más edad mayores niveles de contaminación reflejan, tal es el caso del Parque de la Aduana, rodeado de almacenes portuarios, de accesos marítimos y otrora vía de circulación ferroviaria, y donde existen 21 plantas, de estas 18 sobrepasan un siglo de vida.
Del árbol de Jagua, todo un símbolo para la ciudad porque significa manantial, principio y riqueza, sólo sobrevivió un ejemplar en el parque Martí de Cienfuegos, pues el huracán Dennis los derribó. Las estadísticas recogen que la composición del arbolado de la conocida Perla del Sur abarca unas ocho mil plantas, sin embargo, esa cifra aún se considera por debajo de las aspiraciones de los proyectos de la Oficina de Patrimonio en el territorio.
Ahora el propósito es reforestar con ejemplares tradicionales como ocuje, majagua y otras, en cada espacio vacío de esta urbe para ampliar el paisaje verde y que pueda respirar mejor esta urbe marinera y sus residentes.
(Por Onelia Chaveco,
Eco Portal, 02/08/2007)